15 junio 2012

TESTIMONIO 7 DE JUNIO DE 2012

En una helada tarde de fines de otoño, un halo solar gigante embelleció el cielo desde las 12 hs. hasta las 17 hs.
"Si queremos descubrir en toda su riqueza la relación íntima que une Iglesia y Eucaristía, no podemos olvidar a María, Madre y modelo de la Iglesia" (Ecclesia de Eucharistia n. 53).

  La Madre desciende espiritualmente para sus amados hijitos, cada día 7 a las 17 hs.
 
 María es Madre de la Iglesia por ser Madre de Cristo, por haberle dado la carne y la sangre; esa carne y esa sangre que en la Cruz se ofrecieron en sacrificio y se hacen presentes en la Eucaristía (cfr. Ecclesia de Eucharistia n. 55).

Signos de conversión en la Plaza. Constantes filas para la Confesión durante horas.


 
"La Iglesia, tomando a María como modelo, ha de imitarla también en su relación con este altísimo misterio" (Ecclesia de Eucharistia Ecclesia de Eucharistia n. 53).


El Padre Jorge abraza a los fieles de la Plaza, cada 7, con sus cálidas palabras de padre, hermano y amigo. Cuando María era ya tabernáculo vivo del Hijo de Dios encarnado, escuchó aquella alabanza: beata, quae credidit (Lc 1, 45). "Feliz la que ha creído. María ha anticipado también en el misterio de la Encarnación la fe eucarística de la Iglesia. Cuando en la Visitación lleva en su seno el Verbo hecho carne, se convierte de algún modo en "tabernáculo" —el primer "tabernáculo" de la historia— donde el Hijo de Dios, todavía invisible a los ojos de los hombres, se ofrece a la adoración de Isabel, como "irradiando" su luz a través de los ojos y la voz de María" (Ecclesia de Eucharistia n. 55).

  El cielo, durante los minutos del paso de la Procesión del Santísimo Sacramento, tomó el aspecto que ven en la foto. A María se le pidió creer que quien concibió "por obra del Espíritu Santo" era el "Hijo de Dios" (cfr. Lc 1, 30.35). En continuidad con la fe de la Virgen, en el Misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, se hace presente con todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino" (Ecclesia de Eucharistia n. 55).

 Video testimonio con sonido.
Preparándose día a día para el Calvario, María vive una especie de "Eucaristía anticipada" se podría decir, una "comunión espiritual" de deseo y ofrecimiento, que culminará en la unión con el Hijo en la pasión y se manifestará después, en el período postpascual, en su participación en la celebración eucarística, presidida por los Apóstoles, como "memorial" de la pasión" (Ecclesia de Eucharistia n. 56).